El sábado estaba negada a sentir, hay días así, me la pasé flotando entre las madejas familiares, las opiniones políticas y los tan deseados de escuchar planes para el futuro. Estos periodos de no-sentir son pasajeros pero constantes, y por favor que no se confunda con apatía, es lo menos que tengo, creo que por sentir demás termino exhausta y me doy descansos.

Decidimos, sin decirlo, ver películas vimos el Sexto Sentido y vimos Saw (que en español le pusiero El juego del miedo) y yo sin sentir nada. Me resigné a que de verdad hoy no la pegué con los feelings. Me despedí antes de empezar a ver la pelea de box, me pusé los audifonos y elegí de mis listas Metal sólo eso se me antojaba escuchar y lo deje correr, entre Pantera y Sepultura, tomé mi libro de vampiros que ya se está tornando en licantropía y me dejé llevar, sin poner resistencia sólo así flotando entre las guitarras y las voces, mientras el hombre-lobo le declaraba su amor a la heroína...

Cuánto quisiera que estuvieras aquí...